Recemos por Trump

 Un gran hombre ha sido señalado por el Maligno, que ha ordenado a sus huestes wokes, atacarlo y destruirlo, y es deber de todo hombre bueno, apoyarlo, estar a su lado, defendiendolo con sus buenas obras, de la labor del mal, es necesario rezar, si, pero no es suficiente, es necesario que lo defendamos politicamente, sin llegar a la violencia fisica, que es la labor del de rojo, por eso, es necesario pasar a la accion:

1. No votando por los satanicos  Democratas
2. Defendiendo la vida, pasando leyes, que prohiban el Aborto
3. Defender a los niños, cuyos cuerpos y almas son las que estan en mas peligro, ante estos wokes pedofilos, pasando leyes, antitransexuales y en contra de la perversion disfrazada de educacion, 
4. Usar las redes sociales para organizarnos mundialmente y detener los movimientos de odio
5. Recuperar los verdaderos ideales del feminismo, que luchaba por la igualdad, y no en lo que lo han convertido las politicas radicales, un movimiento de odio y supremacismo que solo busca privilegios.
6. Recuperando la educacion religiosa y laica, encaminadas a enseñar a ser mejores seres humanos
7. Desenmascarando los sucios contenidos wokes, esto es, si eres un subscritor de alguna compañia woke como Disney, informarles que o dejan de serlo, o dejas de consumir sus productos
8. Luchar contra el adoctrinamiento de la juventud en las escuelas, enseñandoles en casa que la ideologia woke es falsa, y presionando al  gobierno a que expulse a los profesores wokes de las Universidades

Los wokes estan buscando un enfrentamiento violento, destruir nuestros ideales y usar sexualmente a los niños, es momento de detenerlos con la PAZ, con la movilizacion social y politica, no permitirles llegar tan lejos como para provocar mas violencia, el asesinato por motivos de odio de esos niños cristianos y sus valerosos profesores, debe de enseñarnos que quieren los wokes y que como cristianos, sabemos responder sin necesidad de usar la violencia, que Dios es mas fuerte que su cornudo dirigente y que salvaremos a nuestra sociedad y  a nuestros niños sin necesidad de derramar una sola gota de sangre.